Bob Dylan y Peter Seeger |
Al principio me sorprendió la noticia que el premio Nobel de literatura para este año, 2016, había sido dado a Bob Dylan. Me alegró mucho, pero tardé un tiempo en asimilar la noticia. Entonces recordé algunas canciones de Bob Dylan, como Blowin´ in the wind, Like a rolling stone, y otras más que fueron, y lo siguen siendo, canciones que es difícil dejar de admirar su melodía y su letra. Fue una época, cuando las canciones anteriores fueron hechas, de grandes movimientos en todo el mundo occidental. Y con lo dicho no es posible abarcar el complejo mundo en que se vivía y las crisis que surgían en todos los continentes. Fue la época de la guerra del Vietnam, gran fracaso -y que tratan de olvidar, de los Estados Unidos; fue la época de los hippies, fue la época en la que la juventud francesa se tomó las plazas y se manifestó; África ya tenía a su sacrificado Patricio Lumumba y las guerras tribales se gestaban... Pero me detengo acá, pues no trato de expresar opinión de lo que pasaba en la época en que Bob Dylan, el Nobel, comenzaba a escribir sus poemas. Pero así estaba el mundo en esos años.
Luego de oir la noticia corrí a oír las canciones de Dylan. Me metí en la máquina del tiempo y pude ver esa época. Me sorprendió entonces el recuerdo de las conversaciones que teníamos con mi amigo, y si puedo decirlo, mi hermano, Rafael (Lito) Cornejo. No era sobre Dylan, sino sobre The Door y su líder Jim Morrison y sobre otros cantantes y grupos. Recuerdo que estabamos de acuerdo al decir que vendría una época en la que estos autores serían reconocidos como grandes creadores de la palabra y que la gente se pararía para oír sus poemas-melodías. Y así llegó el día en que uno de los que aún viven pudo obtener un reconocimiento como el Nobel. Y hay muchos que ya traspasaron esta vida que pudieron haberlo obtenido: Morrison, Peter Seeger, maestro de maestro y otros más que los que los distingue no solo es su música, sus letras o poemas, sino su compromiso con la vida: nunca voltearon los ojos a la realidad y cantaron sobre lo que veían y lo que sentían. Y hay más poetas a quien premiar, conste.